jueves, 21 de julio de 2011

Looking up.



Edificio España


Hasta hace no mucho tiempo, yo era uno de esos que miraba extrañado a la gente rara que con su cámara colgada al cuello, se dedicaban a fotografiar todo lo que se les ponía por delante. Y en especial me llamaban aun más la atención los que se plantaban delante de algo, ya fuese un edificio, un monumento, o vete tu a saber qué, y se quedaban con la boca abierta mirando hacia arriba apuntando con sus objetivos telescópicos hacia el cielo.

Pues cosas que tiene la vida, al final me he convertido en uno de ellos.

El caso es, que siempre he sido un poco culo de mal asiento, y harto de ir andando siempre por la calle con la cabeza agachada como si estuviese castigado, decidí por fin desentumecer mi cuello y levantar mi cabeza hacia arriba. Cual sería mi sorpresa, que me encontré un mundo maravilloso desconocido antes para mí, otro punto de vista. Y además, de ir estirado, parezco hasta más alto.


Círculo de Bellas Artes

Yo considero que el cuerpo humano es una máquina casi perfecta. Y digo perfecta, porque parece ser que el diseñador de nuestro complejo mecanismo, se le escapó un pequeño detalle. Y es que no se si fue por un error de programación, o bien porque le interesaba que captásemos sólo lo que el quería que viésemos, decidió que nuestro campo de visión sólo se centrase en mirar de frente con una ligera tendencia hacia el suelo para que no percibamos todo lo que acontece a nuestro alrededor ya sea bueno o malo.


Bueno, no voy a ser tan crítico, porque para tener mayor campo de visión ya estan los camaleones. 




Pasó a las diez


Una de las cosas que más me gusta de mirar hacia arriba un edificio, es esa sensación de movimiento que provoca el huir de las nubes sobre las cornisas. Juraría que el edificio tiene vida propia y se abalanza sobre mi para envolverme entre sus muros y contarme secretos que sólo sus viejos ventanales y ladrillos saben.


La Torre de Valencia es uno de esos edificios que llaman altamente la ateción. A parte de que sin lugar a duda y desafortunadamente estropea el skyline del parque del Retiro, es un edificio que provoca algo de respeto. Sus forma acabada en pico, los tonos terrizos de su fachada y sus pequeños y angostos ventales, hacen que en un día cualquiera de niebla, se convierta en el escenario perfecto para cualquier película de terror made in U.S.A.




Torre de Valencia

Otra de las sensaciones que me provoca el situarme bajo una de estas construcciones verticales, es pensar en lo pequeños que somos (metafórica y literalmente), junto a todo lo que nos rodea.
Desde la antigüedad, se han levantado todo tipo de edificios y monumentos lo más altos posible, siempre para dar a conocer el poderío de ese pueblo, esa ciudad, ese país. Contra más altas sean las construcciones, mayor estatus y poderío se adquieren.A mi esta actitud más bien me da sensación de tener algún tipo de complejo.


Hoy en día por desgracia se sigue compartiendo esa actitud, aunque también ha cambiado debido a la necesidad imperiosa del hombre de construir, y construir, y seguir construyendo, usurpándole indiscriminadamente terreno a la naturaleza y no tener más remedio que en las ciudades empezar a construir hacia las alturas.




Pirulí

Para acabar, unicamente recordar que nuestro entorno está plagado de cosas maravillosas.


Es fácil encontrarlas, sólo tenemos que salir a la calle y darle vía libre a nuestros sentidos.


Aportemos todos nuestro pequeño grano de arena para intentar hacer de nuestro paso por la vida lo más agradable posible. Busquemos el sentido de las cosas pequeñas, los detalles, esos que aunque parezcan insignificantes, nos ayudan a hacer de cada día un día agradable y diferente; un día especial.




Faro de Moncloa



4 comentarios :

  1. Si señor, los sentidos están para utilizarlos, disfrutarlos e incluso compartirlos.

    Sinceramente no sé qué me gusta más de esta entrada, si el texto o las instantáneas. Nivel altísimo en ambos casos.

    Un abrazo y muchísima salus...!!!

    Sebas.

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  2. Buenaaaaaaaaas!!!

    A ver si al final me voy a tener que dedicar a escribir en vez de hacer fotografías...

    Es broma.

    Esta entrada me ha venido como una vuelta los orígenes y el por que de este blog. Y eso es porque las fotos son un fiel reflejo del día a día en la calle.

    La verdad es que me da un coraje el ver a la gente por la calle como si fuese una mega película de zombis; todos pululando sin rumbo fijo marchando al son de la tristeza y la indiferencia que les marcan sus vidas, como si les hubiesen arrancado de cuajo los sentidos.

    Como bien dices, ¡que bonitos y necesarios los sentidos! bien utilizados se disfrutan y por supuesto, con buena gente se comparten.
    Como también dice una gran amiga que además anda por el blog: "Compartir es vivir".

    Un fuerte abrazo, y mucha, mucha, mucha, salud para ti también!!!

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  3. Expectaculares instantáneas!!! al final has conseguido un acabado fabulo, sin exceder el hdr con un contraste soberbio sobre el cielo azul.

    Y ya no hablar del texto, que es fantástico.

    Sin lugar a duda, para mi uno de tus mejores trabajos.

    PD: seguramente, si sólo pudiera mirar para arriba, con lo torpe que soy, estaría todo el día abajo XD

    un abrazo hermano y no parés!!!!

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  4. Mil gracias Fer!!!

    Viniendo de ti es un auténtico honor.

    Ya sabes que después de tantas y tantas charlas que hemos tenido de estilos de fotografía y técnica, esta, la de captar el momento sin tener una idea fija de lo que quiero, es lo que más me gusta.

    Ver algo frente a ti, y de repente sentir la necesidad de que tienes que fotografiarlo. En ese preciso momento no se muy bien el por que. Pero una primera reproducción de la imagen en la pantalla de mi reflex, y me sirve para saber el por que de ese momento.

    Gracias, gracias y gracias!!!

    P.D.: Todo el día abajo y con unos moratones de campeonato en las espinillas. XD

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