martes, 12 de julio de 2011

A orillas del Nilo.




Templo de Debod

"Pureza del aire, el azul absoluto del cielo,
el verde encantador de las palmeras y la franja
cultivada que se alimentaba del Nilo para luchar
contra el desierto; las bandadas de pelícanos, de
grullas reales, de flamencos rosas y de ibis; el
aroma de las mimosas y la magia ocre de las
colinas permitían al alma comunicarse con las
fuerzas ocultas de la naturaleza...
Nubia es tierra de milagros"


Pues un pedacito de ese auténtico paraíso que debió de ser la región egipcia de Nubia, allá por la época del Imperio Medio, podemos disfrutarlo muy cerquita: aquí, en Madrid.


Se trata de el Templo de Debod. Un regalo del pueblo de Egipto a España en 1968, como agradecimiento por acudir en su ayuda cuando la Unesco realizó un llamamiento internacional para salvar los templos de la zona de Nubia, en especial el de Abu Simbel, los cuales corrían serio peligro de desaparición debido a la construcción de la cercana presa de Asuán.


El conjunto arquitectónico situado junto al Parque del Oeste, data de 2.200 años de antigüedad.


Consta de dos pilonos alineados que dan paso a la Capilla de Adijalamani o de los relieves, la cual está decorada con escenas de reyes adorando a los dioses y ofrendas a estos. En uno de sus costados se encuentra el Mammisi, denominada así la casa de nacimiento divino.En sus inicios todo el recinto estaba rodeado por un gran muro de piedra.


Lo más increíble es, que las piezas que componen este pequeño hoy, pero majestuoso templo en su momento de mayor auge, son las piedras originales y no réplicas. Las mismas piedras que transportaron y tallaron los egipcios para levantar este templo dedicado al culto de los dioses. Digo dioses, porque aún hoy se desconoce para cual o cuales se construyó.



Vista frontal pilonos y templo



A los que no nos cuesta nada viajar a los sitios sin necesidad de renovar el pasaporte, pasear junto a sus piedras milenarias, te hace sentirte el último eslabón en la interminable cadena de la historia. Una historia que se ha ido forjando a base del esfuerzo del pueblo.


Además, la ubicación no ha sido algo que se dejase al azar, sino que se ha buscado un emplazamiento que intentase guardar lo mas fielmente posible la orientación de su sitio original.


Para mi, es una parada obligada en cualquier visita que se haga a la capital y a cualquier hora del día. Aunque he de reconocer, que el mejor momento para contemplarlo y el más espectacular, ese es al atardecer. Las últimas luces del día, junto a la iluminación del Templo, crean un ambiente que te traslada a la tierra de Horus, Osiris y Hathor entre otros...




Capilla de Adijalamani o de los relieves y Mammisi


Por último, y no por ello lo menos importante, es que este lugar es muy especial para mi.


He sentido debilidad por este templo desde el primer recuerdo que tengo de el cuando era pequeño. Y en las sucesivas veces que lo he visitado (he de reconocer que siempre que paso por allí, siento la obligación de parar) parece que retrocedo en el tiempo para volver a admirarlo y venerarlo como el primer día en que llegó a mi.
Pero fue allá por un 23 de septiembre de hace ya casi seis años, cuando ese santuario con su templo, sus columnas y su historia, fueron testigos de uno de los momentos más importantes de mi vida...



Te quise, te quiero y te querré...






Escarabajo alado sobre uno de los pilonos

Templo entre palmeras

Detalle de los capiteles lotiformes

Torre de Madrid desde el Templo de Debod

-Pincha en la imágenes para agrandar-




Enlaces de interés:
http://es.wikipedia.org/wiki/Templo_de_Debod

6 comentarios :

  1. siempre me ha cautivado la historia, en especial la de Egipto. Esos enigmas, construcciones, cultura... realmente fueron una civilización extraordinaria.

    ahora al tema, qué decirte que no hayamos comentado ya sobre esta belleza de ruinas....

    solo añadir a tu extendido y perfectamente documentado texto, que las cajas contenían 1500 piedras (600 toneladas) fueron traidas en barco y transportadas al centro de Madrid, donde tuvieron que esperar en los aledaños de la zona dos años hasta que fueron colocadas en su actual ubicación.

    Como siempre las fotos son una belleza y aunque en tu segundo viaje no pude acompañarte, gracias por dejarme estar presente en el primero.

    Con tu permiso, añado un link muy interesante de la hemeroteca del periódico ABC, donde aparece la hoja en el que hablan de los problemas del traslado del templo

    http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1969/12/12/051.html

    gracias por acercarnos un poco más a uno de las épocas más importante de la evolución en nuestro planeta,

    un abrazo y no pares!!!

    ResponderEliminar
  2. Hola amigo!!!

    La verdad es que la variedad de culturas, civilizaciones y demás épocas que vamos archivando (pero no olvidando) en nuestra historia, yo creo que la cultura Egipcia nos llama la atención a muchos por toda su belleza y esplendor que demostraron hace tantos años.

    Pero en mi caso, lo que realmente más me sorprende, era la capacidad que demostraron tener a la hora de realizar construcciones de todo tipo, con las se me antoja, pocos recursos que tendrían por entonces, y que milagrosamente y por suerte, podemos disfrutar en la actualidad (y espero que nuestros descendientes también) en el mismo Egipto, o como bien podemos disfrutar de estas joyas en distintos puntos del planeta como Madrid (Templo de Debod), Nueva York (Dendur), Turín (Ellesiya), Leiden, Holanda (Taffa).

    Precioso, preciso e impresionante aporte tuyo mencionando un traslado de esos bloques que por lo que cuentas tuvo que ser una operación bastante laboriosa.

    Respecto a las fotos, me siento muy muy contento con el resultado. La luz y el cielo del segundo día me dieron mucho más juego que la vez que estuve contigo para sacarlas mayor partido.

    No es necesario pedir permiso, amigo. Ya sabéis que todo lo que sea aportar nueva información relacionada sobre el tema expuesto en el blog, bienvenida sea.

    Por último, que te den las gracias por algo que haces, y ese algo lo haces de corazón; no tiene precio.

    Gracias Fer y un fuerte abrazo!!!

    ResponderEliminar
  3. Hola.
    Lo primero es decir que sigo el blog habitualmente, pero esta es la primera vez que escribo un comentario.
    Me ha gustado mucho esta entrada porque me trae a mi también muy buenos recuerdos este lugar tan especial.
    Muchas gracias por tener este maravilloso blog.

    ResponderEliminar
  4. Pues darte la bienvenida ante todo al apartado de comentarios.

    Y simplemente decirte, que fue un grandísimo momento el que compartimos los dos juntos aquel día, en aquel atardecer y en aquel lugar.

    Gracias por tu apoyo y espero que a partir de ahora te animes a comentar más.

    ;o)

    ResponderEliminar
  5. Junto al Nilo tuve el privilegio de estar y junto al Nilo has tenido el poder de trasladarme. La instantanea 'Templo entre palmeras' podría perfectamente estar tomada allí.

    La cultura egípcia nos da infinitas vueltas en todo, el incendio de la biblioteca de Alejandría calcinó la mayor evolución humana jamás conocida; no les llegaremos nunca ni a la base de la suela de las alpargatas.

    Muchísima salud...!!!

    Sebas.

    ResponderEliminar
  6. Hola Sebas!!!

    No fallas nunca, pero echaba ya en falta tu siempre necesario aporte en cada entrada.

    Me dejas totalmente satisfecho al decirme que habiendo estado tu allí, una de mis fotografías podía haber sido sacado in situ, en aquella maravilla de lugar.

    La verdad es que es de esos sitios como otros muchos de Madrid, que teniéndolo tan a mano, no nos damos cuenta realmente de la joya que podemos disfrutar.

    No puedo más que estar triste de pensar toda información que se debió de perder. La cultura egipcia nos alucina con lo poco que sabemos, imaginemonos si supiesemos aunque fuese, un poco más.

    Es un placer como siempre poder disfrutar de tus sabios comentarios y de tu gran conocimiento de tantos, y tantos, y tantos temas.

    Un fuerte abrazo y muchísima salud a ti también.

    ResponderEliminar