jueves, 13 de octubre de 2011

Otro punto de vista.



Dejando hoy por un breve instante edificios emblemáticos, monumentos históricos, lugares olvidados y jardines de ensueño típicos de cualquier guía turística que se precie, volvemos a los orígenes de las primeras entradas del un mar de lugares.

Unos orígenes en los que la mayor parte del trabajo se sucede en los rincones más inesperados y singulares tras vueltas y más vueltas sin descanso por las calles.






Mi mirada se desvía por ejemplo hacia un viejo cartel de una taberna en el Barrio de Malasaña. Local que se situa en el camino entre la Plaza del Dos de Mayo y la multitudinaria Plaza de España. El problema es que en esa incompleta guía de la que hablaba antes, no tiene una más que merecida mención, esa pequeña obra de arte de Doña Pepita (encantadora).

Mucho Planetario y mucho Imax Madrid, pero en el parque Enrique Tierno Galván... perdón; Don Enrique (ese si que fue un buen Alcalde de Madrid). Pocos son los que se detienen a observar una extraña viga vieja y oxidada que parece salir de las entrañas de Madrid y de la que parece brotar agua en un enigmático estado gaseoso.

 




Curioso fue el hallazgo de la papelera mimetizada en un parque del distrito de Arganzuela. Una dejadez que me sirvió para hacer esta fotografía a la que tengo una enorme simpatía, pero que demuestra a la vez, lo olvidados que están los parques y las calles de los distritos del sureste de Madrid como Carabanchel, Villaverde, Arganzuela o Vallecas.

Sorprendente cuanto menos, es la decoración del entorno de una de las cuatro torres de la Castellana. Una macabra decoración que me recuerda con esos tonos grises y sus calculadas formas geométricas a una especie de necrópolis antigua.
 





La fotografía de la torre Cristal y la torre Espacio es propia de "Looking up".
Que decir de las torres que ya no haya comentado antes: me atraen a la vez que me aterran.

La última fotografía me da sensaciones contradictorias.
Es una intrigante escultura de Carlos Ferreira situada en una esquina entre la calle de Joaquín Costa y la calle de Velazquez. En realidad no se el significado ni el por que de esa pieza ahí, pero la sensación que despierta en mi esa figura humana apoyándose en ese gran muro de ladrillo con pequeñas ventanas, es la de estar buscando angustiosamente la manera de salvar ese muro presidiario que trunca su libertad.
 

6 comentarios :

  1. me parece muy acertado el volver a tus orígenes, desde mi punto de vista, es lo que siempre te ha motivado, esa dedicación por encontrar lugares y objetos q pasan inadvertidos en nuestra sociedad.

    Retomar tus raices ahora, que tu nivel fotográfico es tan alto, te recompensará con detalles que antes eras incapaz de captar y a nosotros nos mostrarás de nuevo esas pequeñas bellezas en nuestras vidas cotidianas.

    Las fotos... que decir, excepcionales. Me encanta la de las piedras q como ya sabes, digo que me recuerda a un cementerio, no se por qué ;)

    Un fuerte abrazo y ánimo, todos pasamos por baches y desganas en nuestros hobbies

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  2. Te doy toda la razón. Es una manera de resetear volviendo al origen de todo, y así poder retomar otra vez mi visión de las cosas con la experiencia adquirida de lo ya caminado.

    Aplicable por cierto a casi todos los aspectos de nuestra vida.

    Un abrazo y mil gracias como siempre...

    ;o)

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  3. Vaya, vaya, vaya..., mis quehaceres diarios por ti conocidos me separan un par de semanas de este Mar de Lugares y me encuentro con esta maravilla.

    Yo también me alegro de tu reseteo y vuelta al origen.

    En Madrid hay muchos rincones para encontrar detalles como los que nos muestras y, sobre todo, nos descubres (al menos a mi).

    ¡Cuántos detalles como el de 'Doña Pepita' o la viga del parque de DON TIERNO que a mi me atraen en hipnotizan! (Por cierto, que este parque, junto al del Retiro, se ha convertido en mi lugar de paso diario de ida y vuelta al trabajo; me sigues persiguiendo..., jeje).

    La papelera es en si misma, efectivamente, un monumento a la dejadez y desidia de nuestro consistorio (con minúsculas, no como DON TIERNO), pero a la vez, en mi opinión, es una imagen encantadora. De la horrorosa necrópolis urbana voy a obviar opinión alguna.

    Como dices, de las torres ya hablamos; ahora bien, la escultura de Carlos Ferreira a mi me parece estar empujando hacia ella, haciendo presión con la palma de la mano, una cubierta de friso de piedra color hueso que tape por completo la fachada de ladrillo para que así el edificio en vez de una cárcel parezca un castillo..., pero eso ya sabes que son apreciaciones que me vienen cuando me suben los tripis del '83.

    En resumen: ¡Fantástica vuelta a tus orígenes!

    Un abrazo a todos y muchísima salud...!!!

    Sebas

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  4. Viniendo de ti no me queda mas que decirte; gracias, gracias y gracias, Sebas. Perdón... DON SEBAS!!!

    Un abrazo y muchísima salud...!!!

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  5. Dani,a nosotros nos gusta tambien que nos sigas descubriendo este Madrid oculto a los ojos de la prisa y lejos de las rutas para turistas "domesticados"Un abrazo y como siempre...eres un artista...y un poeta.

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  6. No es que reniegue de la historia y de la cultura de un lugar, para nada. Todo lo contrario; me resulta básico y esencial como mínimo de respeto, el conocimiento del lugar que te vió crecer.

    Pero quizas por mi manera de ser y de dar prioridades a las cosas en la vida, me gusta darle protagonismo a lo que a mi entender pasa desapercibido o está en desventaja de cara a los demás.

    Un abrazo fuerte y gracias como siempre por asomarte por aquí y compartir con todos nosotros tu opinión.

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